Según Bert Hellinger, nuestra primera estructura social es la familia. Todo lo que experimentamos en esta comunidad nos moldea para formar parte de las siguientes redes sociales a las que iremos perteneciendo a lo largo de nuestra vida. Todas las relaciones y especialmente las de la familia, están sujetas a ciertas reglas, tales como pertenencia, jerarquía, equilibrio entre dar y recibir, etc. Si estas reglas no son respetadas o incluso son ignoradas, entonces la familia pierde su orden natural. Como consecuencia de dicha pérdida se puede observar que algunos miembros de la familia experimentan fracaso, enfermedad, angustia, etc.
Nuestra lealtad de origen inconsciente y el amor ciego hacia nuestra familia a menudo nos obliga a revivir situaciones y nos impide continuar con nuestro crecimiento personal.
A menudo sufrimos por falta de conocimiento sobre estas dinámicas. Una Constelación Familiar nos puede ayudar a identificar estos nudos y liberarlos.

En un Taller de Constelaciones familiares en grupo:
La persona que siente que tiene un problema en su vida explica al Constelador sus preocupaciones. Éste, en base a dicha información, decide los miembros de la familia que son necesarios para empezar la sesión o el trabajo. El cliente busca entre el grupo de personas que asisten como representantes los miembros nombrados por el Constelador y los posiciona en el espacio donde nos encontramos (los miembros de la familia no tienen que estar presentes para este tipo de trabajo). Los representantes perciben emociones y reacciones que pertenecen a las personas a las que representan. Analizando la imagen que dan los representantes al Constelador, este puede ver la dinámica de esta familia y se puede ver cuál es el impacto que tiene dicha dinámica en la persona afectada. El objetivo de este trabajo es que con algunas intervenciones el Constelador puede ofrecer al sistema y al cliente una nueva perspectiva de la situación. Una nueva conciencia puede nacer y desde este lugar los miembros de la familia encuentran un nuevo orden y reconocer su lugar correcto dentro de la misma. El cliente se verá reforzado con su nueva comprensión de dicha dinámica y por lo tanto toda la familia puede ser apoyada de manera positiva, siendo este el comienzo de la curación.

En una consulta individual:
Se trabaja de la misma manera, solamente los representantes se quedan representado por muñecas o por maquetas. Al tocar las figuras o estar encima de las maquetas, la persona experimenta las diferentes energías y dinámica en sí misma.